2- Modelo I.S.I. Transformaciones sociales del período
“Durante el período 1930-1970 se
produjeron grandes cambios en la sociedad latinoamericana vinculados al proceso
económico. Hacia 1930 la población era predominantemente rural. Pero la crisis
de los sectores primarios expulsó al habitante rural, que migró en busca de
empleo. Volver al campo fue cada vez más difícil ya que la producción agrícola
se tecnificó y el proceso de expulsión de mano de obra fue mayor con el paso
del tiempo. Por otro lado, el impulso industrializador transformó las áreas
urbanas en un anzuelo para grandes contingentes de población rural que buscaban
allí solucionar su problema laboral. Paralelamente se aceleró la urbanización,
ya que las industrias se radicaron allí donde existía previamente no solo un
mercado de consumo, sino la infraestructura de transportes, energía,
comunicaciones y un mercado de trabajo concentrado. Sin embargo, el traslado a
los centros urbanos no garantizaba la adquisición de empleo; los puestos
ofrecidos eran inferiores en cantidad al número de migrantes, lo que contribuyó
a mantener los salarios bajos y a la aparición dentro y alrededor de las
ciudades de barrios muy pobres caracterizados por la precariedad de las
viviendas. Por su parte, los sectores medios y ricos buscaron ubicar sus
viviendas lejos de estos barrios que, según el país, recibieron distinto
nombre: favelas en Brasil, cantegril en Uruguay, villa miseria en Argentina.
No solo se produjo una fuerte
diferenciación barrial al interior de las ciudades y los países; también las
estructuras sociales mostraron una diversidad creciente. Por un lado, estaban
las antiguas élites gobernantes dedicadas a la producción de bienes primarios y
su comercialización. Como segundo grupo se encontraba la naciente burguesía,
que fue consolidando su peso social y político en las siguientes décadas. Un
tercer grupo estaba conformado por una amplia clase media, profesionales,
empresarios, pequeños industriales, comerciantes, funcionarios de Estado.
Luego, en algunos países como Brasil, México, Argentina, Chile, Uruguay se
consolidó un importante grupo de trabajadores urbanos asalariados y junto a ellos,
fuertes organizaciones de tipo sindical, que preocuparon, por sus
reivindicaciones y su forma de lucha, a los sectores dominantes.
Hemos visto que el modelo
ISI es un proceso complejo, que tiene análisis dispares respecto a la
valoración de sus resultados. A nivel social este modelo produjo algunos
resultados positivos en términos de crecimiento y de desarrollo urbano al
promover la expansión de la educación y la ampliación de la cobertura en salud.
América Latina se desruralizó durante ese período; disminuyeron las tasas de
analfabetismo y mejoraron los indicadores de salud, se extendió la red de
comunicaciones por carretera y por avión, y regiones antes aisladas, no solo
del mercado mundial sino de sus propios centros económicos a escala nacional, quedaron
integradas en circuitos activos. Sin embargo, la tradicional desigualdad de
ingresos no fue modificada por este modelo de desarrollo que concentró los
beneficios en los sectores de clase media y alta.”
Berna, L; Langone, P; Pera, S. Historia económica y social del Uruguay 1870-2000.
Santillana. Montevideo 2015. Págs. 218-219
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