Cámara de gas
Interior de una cámara de gas de Auschwitz I en Oswiecim, Polonia. La mayor parte de los prisioneros del campo de concentración llegó en los trenes de la muerte. Despojados de su ropa y objetos personales, eran introducidos en las cámaras de gas con capacidad para miles de personas. Para evitar el pánico, se les decía que se trataba de un tratamiento de desinfección. Tras la limpieza de bienvenida, recuperarían sus pertenencias. Y en efecto, algunas cámaras de gas incluso tenían grifos de ducha en las que nunca hubo agua. Lo que les esperaba era la muerte por gas Zyklon B. 25 minutos después miles de cadáveres eran sacados de la cámara y, desposeídos de sus joyas (lo que incluía la extracción de sus dientes de oro), y enviados a los crematorios.
Comentarios
Publicar un comentario