Manifiesto del pueblo argelino. 1943
“Argelia se encuentra desde el 8 de
noviembre último bajo ocupación de las fuerzas anglo-americanas.
Esta ocupación, al aislar la colonia
de la metrópoli, ha provocado entre los franceses de Argelia una verdadera
carrera por el poder. Republicanos, gaullistas, realistas, israelitas, cada
grupo, por su lado, intenta revalorizar su colaboración a ojos de los Aliados,
y vigila en defensa de sus intereses particulares.
En medio de esta agitación cada uno
parece ignorar hasta la misma existencia de los 8 millones y medio de indígenas.
Sin embargo, la Argelia musulmana,
aunque indiferente a estas rivalidades, queda vigilante y atenta a su destino.
Hoy los representantes de esta
Argelia, respondiendo al voto unánime de sus poblaciones, no pueden sustraerse
al imperioso deber de plantear el problema de su porvenir.
Al hacer esto, en nada pretenden
renegar de la cultura francesa y occidental que han recibido y que les es tan
querida. Por el contrario, es extrayendo de las riquezas morales y
espirituales de la Francia metropolitana y de la tradición de libertad del
pueblo francés, donde encuentran la fuerza y la justificación de su acción
presente.
Conscientes de sus responsabilidades
ante Dios, estos representantes traducen aquí, sincera y fielmente, las
aspiraciones profundas de todo el pueblo argelino musulmán.
Este Manifiesto, más que una
requisitoria, es un testimonio y un acto de fe.
Por segunda vez a lo largo del siglo
XX, el mundo entero combate por el triunfo de la Justicia y del Derecho, por la
liberación de los pueblos (...) La paz de 1918 ha costado cara. El sacrificio
de los combatientes, de todas las nacionalidades y religiones, ha sido vano.
Las ambiciones de los pueblos fuertes y la injusticia que engendran, han
sobrevivido al supremo sacrificio de los muertos.
Hoy las declaraciones de ciertos
hombres de Estado están tan llenas de contradicciones y ambigüedad que es de
temer que la paz de mañana contenga, por el egoísmo y el imperialismo de las
grandes naciones, por la debilidad y pusilanimidad de los pequeños pueblos, los
gérmenes de una guerra futura.
No obstante, las responsabilidades
que pesan sobre las grandes naciones pesan también sobre los pequeños pueblos
y los individuos. Colocado frente a esta responsabilidad, el pueblo argelino,
en su deseo de servir a la vez a la Paz y a la Libertad, eleva su voz para
denunciar al régimen colonial que le ha sido impuesto, para recordar sus
protestas anteriores y ~ reivindicar su derecho a la vida (...)
Orgulloso de esta declaración, el
pueblo argelino pide, desde hoy a fin de evitar todo malentendido y cerrar el
camino a las pretensiones y ambiciones que pudieran nacer mañana:
a) La
condena y abolición de la colonización, es decir, de la anexión y explotación
de un pueblo por otro (...)
b) La aplicación para todos los países,
pequeños y grandes, del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos,
c) La dotación a Argelia de una
Constitución propia que garantice:
1) La
libertad e igualdad absoluta de todos sus habitantes sin distinción de raza o
religión.
2) La
supresión de la propiedad feudal por una gran reforma agraria y el derecho al
bienestar del inmenso proletariado agrícola.
3) El
reconocimiento de la lengua árabe como lengua oficial, al mismo título que la
francesa.
4) La
libertad de prensa y el derecho de asociación.
5) La
instrucción gratuita y obligatoria para los niños de ambos sexos.
6) La
libertad de culto para todos los habitantes y la aplicación a todas las
religiones del principio de la separación de la Iglesia y del Estado.
d) La participación inmediata y
efectiva de los musulmanes argelinos en el gobierno de su país (...) Sólo este
gobierno podrá realizar, en un clima de unidad perfecta, la participación del
pueblo argelino en la lucha común.
e) La
liberación de todos los condenados y presos políticos, al margen de su
filiación.
La garantía y realización de estos
cinco puntos asegurará la entera y sincera adhesión de la Argelia musulmana a
la lucha por el triunfo del derecho y la libertad (...).
Acepta [el pueblo argelino] todos
los sacrificios. Corresponde a las autoridades responsables aceptar su
libertad.
Manifiesto del pueblo argelino. Argel, 10 de febrero de 1943
Comentarios
Publicar un comentario